
La familia y amigos querían darle una fiesta sorpresa a Antoñete, la escusa su 50 cumpleaños,(que fue hace unos meses) pero el verdadero motivo fue, por ser tan buena gente. Y a buena fe que lo consiguieron, tramaron un estratégico plan para que éste ni se lo oliese, y con la escusa de subir a la Garapacha a tomar algo, se encontró con todos sus amigos para demostrarle su afecto y cariño.
Comieron, bebieron y bailaron hasta decir basta. Hasta incluso se sumaron a la fiesta sus personajes favoritos de los viajes de la tercera edad, autobús de "maleno" incluido. Creo que un día que no se le olvidará facilmente.
El equipo humano de la Hospedería Rural la Garapacha puso todo su empeño y profesionalidad para que todo fuera de su agrado y desde aqui nos sumamos a las felicitaciones y agradecemos la confianza puesta en nosotros.

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